EL CIRCULO DE ADORACIÓN INVITA AL "MINI RETIRO"



– Testimonio del P. Alberto Eronti
El P. Kentenich decía: “Si yo percibo bien los signos de los tiempos, creo que la humanidad avanza hacia una profunda desacralización y hacia una fortísima pérdida del sentido de lo divino y por lo tanto de la dignidad del hombre. Hoy se están doblando las rodillas ante numerosos y antiguos ídolos conocidos, y otros que son nuevos”.
Decía también nuestro P. Fundador: “Queremos aprender a doblar las rodillas, solo ante el auténtico Dios.”
Yo creo que estas palabras del Padre, son fundamentales cuando se trata del por qué, de la adoración eucarística. Más allá de lo que cada uno crea o aprenda, lo importante es que uno aprende a estar con Dios, a arrodillarse ante el verdadero Dios, y empieza a adquirir una sensibilidad  y una fuerza interior para luchar con los ídolos de turno. Creo que esto es lo fantástico del tema.
En lo que hace a mi experiencia  posterior (estuve 6 años con vida contemplativa), llegué a esta conclusión - siempre con el pensamiento del P. Fundador.
Él decía que tenemos que
·         Aprender a adorar al Dios del altar, luego, salimos del altar y tenemos que
·         Aprender a adorar al Dios de la vida. Tenemos que
·         Aprender a adorar la voluntad de Dios en la vida. Tenemos que
·         Aprender a adorar la presencia de Dios en nuestro propio corazón. Y también
·         Aprender a adorar la presencia de Dios en el corazón de los otros.
·         Para después volver al altar. Es decir, hay que hacer como un círculo que parte y
cierra en el altar.
Y eso cuando uno lo va realizando poco a poco, crea un estilo, un modo de vivir, que es fascinante; por la sencilla razón de que la admiración, la adoración, la fascinación forman parte del más grande amor.
El camino de los místicos transitó por aquí.
Yo personalmente nunca me sentí atraído por los fenómenos místicos extraordinarios, pero sí creo que todos tenemos la necesidad de ser místico de la vida diaria.
Místico es aquel que alguna experiencia de Dios, se le ha grabado en el alma y la reconoció. Nosotros en Schoenstatt, tenemos un plus, que nos ayuda mucho para esta percepción del Dios de la vida, y es la Alianza de Amor. A través de ella, vamos adquiriendo la experiencia de que nunca estamos solos. Que en el fondo, el sentido de mi vida es  hacer todo con Dios, todo por Dios. Eso, nosotros lo aprendemos de María.
En San Lucas hay tres textos donde se hace referencia a que “María guardaba todas la cosas en su corazón y después las ponderaba”, las conversaba con Dios. En el último texto, dice Lucas: “Ellos (José y María), no comprendieron la respuesta del Niño, pero su Madre guardaba estas cosas en su corazón y las meditaba”. Esa es una actitud adorante, porque ante lo que entiendo, o ante lo que me desborda, lo voy conversando con Dios, y le voy diciendo SI!!a ese insondable, casi siempre incomprensible voluntad de Dios - se nos hace comprensible, muchas veces con años, y a veces nunca - pero ahí viene el tema fundamental: que la adoracióneucarística y la adoración del Dios de la vida van creando en el alma la capacidad mariana de decirle SI!! a Dios. Decirle: “Hágase”.No entiendo, pero hágase…. Eso es lo fundamental que yo aprendí.

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